La etapa postparto puede ser un poco dura. El ánimo a veces no acompaña y puedes sentirte triste y agobiada.
Has tenido nueve meses de gestación, has pasado por un proceso intenso desde lo físico y emocional, y ahora te encuentras agotada y con una personita delante tuyo que no te da tregua.
Como siempre, contar con un poco de información permite afrontar cualquier situación con mejor actitud. La experiencia previa va a ser un hándicap sin duda alguna, pero para las que no han pasado nunca por esta etapa mucho ánimo y algunos consejos.
La recuperación lleva su tiempo, no te exijas por demás. Permite que te ayuden.
Ingiere una buena cantidad de líquidos y haz una dieta normal rica en fibras para favorecer el tránsito intestinal.
Evita el reposo absoluto. Es conveniente que vayas realizando una actividad física progresiva.
Llegarás a casa con distintas molestias según tu estado físico y las características del parto.
Los primeros días pueden estar dominados por los dolores musculares en el abdomen, dorso y piernas por los esfuerzos al pujar. Son tolerables y frecuentemente se describen como “agujetas”. También pueden persistir los “entuertos” que son los dolores cólicos sobre el pubis que se producen al dar el pecho. Recuerdan a las contracciones o a los dolores durante la regla. En ambos casos la sintomatología disminuye paulatinamente en los días sucesivos y responden al tratamiento con antiinflamatorios. Durante el puerperio puedes tomar ibuprofeno 600 mg. oral cada 8 horas. si no hay contraindicaciones o alergias. Es compatible con la lactancia.
También es frecuente durante los primeros días que te encuentres con los tobillos muy hinchados, principalmente al final del día. Se produce en ambas piernas, se asocia a tensión y pesadez. Disminuye día a día hasta desaparecer a medida que se elimina el exceso de líquido que se genera durante la gestación. El levantar las piernas y los masajes alivian las molestias.
Parto vaginal
Tras un parto vaginal puede quedar una sensación de pesadez incómoda en la zona del periné durante unos días.
En el caso que tengas puntos de sutura por episiotomía o por algún desgarro, persistirá una molestia a ese nivel, pero irá disminuyendo con los días. Los cuidados se limitarán a lavados con agua y jabón neutro y un secado cuidadoso tras la ducha (evitar baños), y a emplear compresas de algodón.
Cesárea
Si has tenido una cesárea predominará la sintomatología en relación con la herida quirúrgica. Actualmente con las pautas analgésicas que empleamos y con los antiinflamatorios no suele generar mayores inconvenientes. Los cuidados de la herida quirúrgica también se limitan a el lavado en la ducha y secado cuidadoso tras la misma con secador de pelo. Puede quedar descubierta o se puede tapar con gasa.
Cuando se produce alguna complicación de una herida quirúrgica (cesárea, episiotomía o desgarros) como la infección, el dolor se incrementa en vez de disminuir y se asocia al enrojecimiento e inflamación de sus bordes. También puede asociarse a la secreción serosa o purulenta por la herida.
Otra complicación frecuentemente asociada a la infección es la dehiscencia de la herida o de parte de esta. Fracasa la sutura y se separan los bordes. Consulta cuanto antes para instaurar un tratamiento adecuado.
Pérdidas vaginales
Los loquios o pérdidas post-parto van a ir disminuyendo paulatinamente. Si las pérdidas son muy abundantes, oscuras o presentan feo olor consultar a la brevedad.
Cuidados de la mama
Si estás dando el pecho habrás tenido la “subida” de la leche recientemente y durante un par de días te vas a encontrar con tensión y algo de dolor en las mamas. Si la tensión mamaria es exagerada sácate leche tras la toma hasta aliviar la molestia. Tras unos días se equilibrará la producción con la demanda y la tensión se limitará a los momentos previos a dar el pecho.
Es muy importante iniciar la lactancia con buen pie. El bebé debe estar en una posición que le permita al succionar abarcar la areola. Si la encía del bebé impacta sobre el pezón o su base hay riesgo de grietas, además de producir mucho dolor.
En el caso que tengas grietas consulta con prontitud, las cremas hidratantes con lanolina no las curaran y hay riesgo de mastitis.
En el caso de que hayas optado por lactancia artificial te habrán prescripto durante el ingreso un fármaco para inhibir la lactancia. Como medida general, emplea durante los primeros días sujetadores que compriman las mamas.
Pautas de alarma
Concurre a urgencias o a tu ginecólogo si:
· Malestar general
· Presencia de fiebre. Temperatura mayor de 37,5ªC.
· Incremento de las pérdidas vaginales, cambios en su aspecto y feo olor.
· Dolor y enrojecimiento de la mama.
· Aparición de grietas en los pezones.
· Dolor y enrojecimiento de la herida (cesárea o episiotomía)
Otros consejos
Toma hierro durante el primer mes postparto.
Está recomendado el suplemento con yodo durante todo el periodo de lactancia.
Tras el primer mes después del nacimiento puedes iniciar una rutina de ejercicios de recuperación del suelo pélvico.
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